top of page
  • Neuropsych Terapia

¿Por qué una ruptura de pareja también es un proceso de duelo?


Aunque no entre dentro de la idea prototípica que todos tenemos sobre el duelo, es cierto que una ruptura de pareja también es un proceso que se puede incluir dentro de esta categoría. ¿Por qué?, la respuesta es sencilla, estamos sufriendo una pérdida, de un ser querido, con el cual hemos compartido, de manera general, mucho tiempo, y en la que nos hemos volcado sentimentalmente. Normalmente, las rupturas, además, suponen una separación de esta persona de manera bastante brusca y tajante. Asimismo, existen determinantes que afectarán en cómo afrontemos dicho duelo, por ejemplo, no será lo mismo si hemos roto de mutuo acuerdo o si ha sido por una infidelidad, el punto de partida personal a partir del cual nos enfrentamos a la ruptura, es decir, nuestro estado psicológico, las redes de apoyo que tengamos, si la relación de pareja ha ocupado un espacio muy grande en nuestra vida, o si por el contrario hemos sabido mantener diferentes focos de felicidad (amigos, familia, actividades de ocio, tiempo a solas…)

No obstante, diríamos que de manera general tras una ruptura sentimental pasamos por las siguientes fases:

  1. Incredulidad: el momento primero en que nuestra cabeza se niega a creer que ya no estemos juntos, con duración de días o primeras semanas.

  2. Insensibilidad: momento en que comenzamos a ser conscientes de la situación, aunque desde un punto de vista de ausencia de emoción, como si no sintiéramos nada cuando hablamos o pensamos en ello. Podemos incluso tener la falsa sensación de que ya estamos bien o que no estábamos tan bien en la relación como creíamos.

  3. Tristeza: en muchas ocasiones hacemos todo lo posible por ocultar la tristeza que sentimos. Es fundamental vivirla y pasar por ella, afrontarla y emplearla como elemento que nos ayuda a parar y reflexionar sobre la relación pasada y los aprendizajes que podemos extraer de la misma.

  4. Miedo o culpa: tenemos miedo a lo que puede venir, a enfrentarnos a la vida de nuevo sin esta persona. Nos surgen dudas sobre cómo será nuestro futuro y sobre si seremos capaces de afrontarlo o encontrar a alguien más. De nuevo, como la tristeza, es necesario utilizar esta fase para parar y reflexionar. La culpa se basa en la revisión de todas aquellas cosas que hicimos o no hicimos en la relación y en cómo nos cuestionamos la influencia que ello haya podido tener en la ruptura.

  5. Ira: nos surge la incomprensión de que haya terminado la relación. Podemos sentir que es injusto e incluso la necesidad de vengarnos de la otra persona. La ira nos da una falsa sensación de poder, nos impulsa a movilizarnos, nos da fuerza e impulso.

  6. Descontrol: muy unido a la ira. Suele ser ese momento en el que nos volvemos más atrevidos con nuestra imagen o en que nos apetece conocer gente diferente, sin ataduras, nos apetece disfrutar y pasarlo bien de forma libre.

  7. Nostalgia: se compone de una tristeza ahora más controlada, como forma de echar la vista atrás y observar la relación con otros ojos. Nos lleva a un momento más reflexivo, de crecimiento personal y de búsqueda de nuestro “yo”. Podemos echar de menos la vida en pareja, dejando atrás los sentimientos negativos hacia nuestra ex pareja.

  8. Serenidad: cerramos el duelo, nos encontramos más tranquilos y serenos, con necesidad de dejar atrás el malestar y encontrar diferentes fuentes de felicidad.

  9. Aceptación: el proceso concluye, nos sentimos liberados, sin resentimientos hacia la otra persona. Hemos aceptado por completo la situación y nos sentimos en paz con ello.

Es necesario pasar por estas fases para una correcta elaboración del duelo, afrontar y enfrentarnos a los sentimientos que nos surgen a lo largo del proceso, pues todos tienen una función crucial en nuestro crecimiento personal tras la ruptura. Asimismo, también será necesario ser conscientes de si nos sentimos como “atascados” en alguna de las fases, pues ello nos puede llevar a alargar el proceso más de lo que sería necesario. En ese momento, no dudes en pedir ayuda a un Psicólogo especializado en realizar psicoterapia en la materia mencionada.

Para una mayor ampliación de este tema, recomendamos consultar las reflexiones realizadas por Begoña Ramos González, en su escrito “EL DUELO POR RUPTURA DE PAREJA” Una propuesta para comprender.

21 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page